EL NIÑO SE DA CUENTA CUANDO EL MAESTRO NO ESTÁ PREPARADO
- Luis Demetrio Vásquez Martínez / ThePanther
- 4 oct 2015
- 3 Min. de lectura

Quiero compartir esta experiencia que nunca olvido de mis prácticas como estudiante y contemplar las prácticas que se hacen en nuestro país y que debiera cambiar su sistema educativo desde sus políticas gubernamentales hasta sindicales, ya que juntos provocan efectos directos y secundarios a la fría educación humana que se practica.
Tener sensibilidad, cariño y ser alegre con los niños, no basta para un buen ambiente de aprendizaje que obligatoriamente deben tener los niños por ley y por naturaleza (que es lo más importante). El coraje de enseñar y ser buen maestro reside desde mucho antes de estar frente a un niño y me refiero a la vocación y preparación.
La siguiente experiencia ocurrió en el segundo año de la carrera.
El titular de educación física no asistió para dar su servicio en la institución. Ese día tenía que dar clases a un grupo de cuarto grado de educación primaria. Yo tenía la responsabilidad de sustituirlo y llevarlos a clases. En mi mente solo pasaba muchas preguntas: ¿Qué les diré a los niños? ¿Qué trabajaré con ellos? Era la primera vez que me sucedía, era claro que estaba nervioso. Los niños me preguntaban por qué no había tenido clases con ellos y con otros grupos sí, de allí que les expliqué el motivo, sentía que era conveniente platicar más con ellos, dejando pasar el tiempo y evitar evidenciarme. La primera actividad salió de ellos, los niños querían jugar lo que ya sabían, yo solamente “llevaba el control” como todo maestro novato o mal preparado y no solamente de educación física también maestros de aula.. De allí que solamente aplicaba lo que se me venía en mente y que mantuviera a los niños "entretenidos". La clase la sentí eterna, solo vigilaba el reloj para llamarlos al salón. Pero antes de terminar la clase un niño se acercó preguntando por qué en la escuela siempre se hace lo mismo todos los días.
Poco después podía ver con mayor facilidad que esto es algo cotidiano entre muchos maestros en servicio, y me refiere a todos los niveles, desde preescolar, primaria, secundaria y educación física y me he estado preguntando ¿Cómo le hace la mayoría de los profesores que nunca planean? ¿Qué sienten ante la desgracia que están haciendo en el niño? Sin embargo el asunto se torna más críticos para muchos docentes cuando se les cuestiona sobre su preparación, sus estudios y sus experiencias en análisis y manejo de teorías, es decir, el tiempo que le dedica a lectura. Desde estudiantes sostienen que no sirve de nada teorizarse cuando en la realidad no se practica, esto es algo viral en la forma de pensar de muchos profesores.
Decir que engañamos a los niños es una mentira, ellos utilizan prácticamente lo que la mayoría de profesores siempre dicen: “no me engañan a mí, se engañan a ustedes mismos”.
De esta manera, en las diferentes escuelas encontramos varios tipos de docentes. Aquellos docentes regulares en sus estudios y con vocación que tienden a buscar estrategias, ser dinámicos y con actitud con lo que hacen, estando consciente que es un trabajo con HUMANOS. Otros lo hacen más por obligación, aquellos que saben que tienen un compromiso para los niños y la comunidad o por el simple hecho de cumplir planean pero no pasa a trabajos extra escolares. En un tercer grupo y más grande pertenecen aquellos sin vocación y con poca visión con lo que hacen, son docentes que no se esfuerzan mucho, menos dar más allá de lo que les piden en sus escuelas.
Y esta clasificación los niños lo tienen bien claro. Con el simple hecho de que no se revelen a menudo contra sus maestros o haya un absoluto control en la clase no quiere decir para nada que hay un buen ambiente de aprendizaje, en muchas ocasiones es lo contrario, ya que es una práctica tradicional que solo busca el simple orden. Esta confusión es gracias a la misma preparación.
Por eso si se busca algo en lo que no se ha preparado para hacerlo, mejor es ponerse a investigar y fundamentar bien el trabajo para la planificación de las prácticas. Pero SER MAESTRO exige más que eso… es más que el simple papeleo que lo certifica como tal, es una persona que cubre las necesidades de los niños a pesar de que la parte oficial lo restringe, y eso genera confianza y respeto por sí mismo en los alumnos hacia nosotros los docentes.
Pagína ya citada.
Vásquez M. Demetrio (2015), http://educoaxaca.wix.com/docente#!EL-NI%D1O-SE-DA-CUENTA-CUANDO-EL-MAESTRO-NO-EST%C1-PREPARADO/csc4/5610b1730cf25fa7fe25347a (FECHA DE CONSULTA)
Invitamos a los padres de familia, estudiantes y sobre todo DOCENTES A LA LECTURA DIARIA, recordar que ser maestro implica aprender todos los días.

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